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Al revisar cabezas de los niños podemos encontrar bichitos, pasamos a lendrera y si encontramos un bicho aplicamos el producto. Si despiojamos a un niño y está en contacto con alguien que aun los tenga volverá a coger los piojos. Para que esto no suceda se debe usar un repelente. Utilizar en concreto: aceite de árbol de té como repelente. Ayuda a conseguir la máxima higiene del cabello al tiempo que lo revitaliza y lo deja brillante, lo podemos encontrar en un formato de 30ml como es el caso, o si lo preferimos el de 15ml para tener más producto durante más tiempo y darle más utilidades.
Modo de uso:
Se aplica el producto directamente donde se quiera mostrar mejoría con la ayuda de la yema de los dedos dando un suave masaje circular.